31/03/2022
Fuente: Diario de Cádiz
El presidente de la Federación de Empresas del Metal de Cádiz (FEMCA), Diego Chaves, fue no de los últimos en intervenir en la jornada organizada por la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) y por Suncruise Andalucía, de manera que le dio tiempo de recoger todo tipo de datos y escuchar en boca de varios de los ponentes las virtudes de la llegada a Cádiz de los cruceros, tanto para su puerto como para Navantia.
Y fue ahí, durante su intervención en una mesa redonda moderada por Esther Molina, gerente de Suncruise, cuando aprovechó para criticar que a nadie se le haya ocurrido aún entrar en el mercado de la construcción de cruceros “teniendo como tenemos en Puerto Real uno de los mayores diques secos del mundo”.
A Chaves le tocó plasmar una visión algo más apocalíptica que el resto de los ponentes cuando recordó que “no tenemos más remedio que salir fuera. Tenemos un astillero sin pedidos para 2022 o para 2023 y no tenemos esperanzas de que llegue algo rápido. Por ello pide a las administraciones que “se pongan las pilas en la formación del personal” por si hiciera falta acometer nuevas tareas en las distintas factorías. “Tenemos que dar trabajo y de calidad y con una mejor formación, mejor estará hecho nuestro trabajo”.
El presidente de FEMCA dejó caer que la construcción de un sólo buque de turistas movería miles de personas en la Bahía de Cádiz.
Chaves hizo hincapié en que al final, “las empresas auxiliares somos los que hacen posible que el barco entre y salga en tiempo y forma con una calidad que no se veía desde hace mucho tiempo, algo que nos ha convertido en referencia mundial en este tipo de reparaciones”.
A su vez, Diego Chaves criticó el daño que está haciendo la reforma laboral a las empresas auxiliares y reivindicó la creación de una serie de tipos de contratos que hagan más llevaderos “los picos de actividad que debemos soportar”.
El consejero delegado de la empresa Ghenova Ingeniería, Francisco José Cuervas, que participó también en la mesa de debate le recordó a Chaves que el mercado de la construcción de cruceros se encontraba muy atomizado en unos cuantos astilleros del mundo, “aunque el mercado de los buques de menor tamaño, sí puede que sea una opción que se podría calibrar”.